Telejesus super star

En el transcurso de los años, se revive la pasión de Cristo con la trasmisión de films de contenido bíblico o biográficos de Cristo. En la televisión pública , todavía hay canales que apuestan por una programación especial dedicada a los creyentes católicos.

Robert Powell con Franco Zeffirelli en el rodaje de  Jesús de Nazareth (1977)

A lo largo de los años, he disfrutado de la miniserie "Jesus of Nazareth" de Franco Zeffirelli realizada en la llamada época dorada de Hollywood. Desde su estreno en 1977, continúa retratando una versión bastante humanizada de El Cristo, el ungido. Son más de 600 minutos que se presentan en cinco episodios.

Robert Powell es el actor que encarna a Jesús. En principio, Robert Powell haría el papel de Judas Iscariote pero se quedó con el papel para el que fueron considerados actores como Al Pacino y Dustin Hoffman. Esto me recuerda el cuento escrito por Jorge Luis Borges titulado "Tres versiones de Judas" donde el lector debe cuestionarse la misión que Judas debió desempeñar en el plan divino para la salvación de la humanidad:

Ergo, la traición de Judas no fue casual; fue un hecho prefijado que tiene su lugar misterioso en la economía de la redención. Prosigue Runeberg: El Verbo, cuando fue hecho carne, pasó de la ubicuidad al espacio, de la eternidad a la historia, de la dicha sin límites a la mutación y a la carne; para corresponder a tal sacrificio, era necesario que un hombre, en representación de todos los hombres, hiciera un sacrificio condigno. Judas Iscariote fue ese hombre. Judas, único entre los apóstoles intuyó la secreta divinidad y el terrible propósito de Jesús. El Verbo se había rebajado a mortal; Judas, discípulo del Verbo, podía rebajarse a delator (el peor delito que la infamia soporta) y ser huésped del fuego que no se apaga. El orden inferior es un espejo del orden superior; las formas de la tierra corresponden a las formas del cielo; las manchas de la piel son un mapa de las incorruptibles constelaciones; Judas refleja de algún modo a Jesús. De ahí los treinta dineros y el beso; de ahí la muerte voluntaria, para merecer aun más la Reprobación. Así dilucidó Nils Runeberg el enigma de Judas. (Artificios, 1944; Ficciones, 1944).

Robert Powell protagoniza a Jesús de Nazareth (1977)

El retrato que Powell logró interpretar lleva una significativa mirada de un Jesús de ojos azules que se acentuó con delineador oscuro en el set. Powell tenía 33 años cuando filmó esta película, la misma edad que se supone tenía Jesús cuando murió.

La influencia de las vivencias de Zeffirelli confluyen en el guión que escribió junto a otros artistas: fue guerrillero en la Primera Guerra Mundial, estudiante de arte y arquitectura, diseñador y productor de óperas, teatro, y televisión. Más que el enfoque de Hollywood, la película de Zeffirelli representa de forma mística la vida, pasión y resurrección de Jesucritos dentro de un contexto bíblico. 

Olivia Hussey en Jesús de Nazareth (1977)

Las escenas se filmaron entre septiembre de 1975 a mayo de 1976 en locaciones de Marruecos y Túnez, y en febrero de 1977 en Durango, México. El reparto cuenta con las actuaciones de estrellas como Laurence Olivier y Anthony Quinn. Elizabeth Taylor, que había de desempeñar el papel de María Magdalena, enfermó gravemente y fue reemplazado por Anne Bancroft. Y la dulce presencia de Olivia Hussey como María, la madre de Jesús.

Los diálogos entre los personajes hacen que cobren vida el Nuevo Testamento, y se sienta como La Palabra antes que meras letras. Se disfruta mucho de las parábolas y de escenas como el Sermón de la Montaña, y la multiplicación de los panes. Compartir el pan, es un milagro. Perdonar es un milagro y nos revela la presencia de lo divino del ser humano. 

Zeffirelli se considera creyente en Cristo, y durante la filmación de la película sin duda consideró la intervención de la voluntad divina para desarrollar la misma. Entre las "señales" que Zeffirelli recuerda están por ejemplo que, durante la grabación de la escena de la Última Cena mientras afuera se destaba una tormenta de arena, dentro del lugar se recreó un ambiente de silencio que se interrumpió con los sollozos del equipo de producción.

Musicalizar el drama épico de un personaje religioso e histórico, debió ser un desafío para Maurice Jarre autor de la música original en "Jesus of Nazareth" (1977) o para Peter Gabriel en "La última tentación de Cristo" (1988). La percusión es el viento que impulsa la presencia del protagonista cuando Cristo desafía el establishment. Las piezas concebidas para momentos como la cruxificción o la resurrección se sienten como himnos solemnes. Peter gabriel reunió a músicos de Asia, Medio Oriente y África del sur. 

Willien Dafoe protagoniza la película de Martin Scorsese quien adaptó la novela de Nikos Kazantzakis, también fue rodada en Marruecos. Esta obra censurada en muchos países por su representación de Jesús como un hombre corriente, lleno de debilidades, ira y deseo sexual. ¿Cual de todas ellas es la tentación? 

"The feeling begins. Very tender, very loving. Then the pain starts. Claws slip underneath the skin and tear their way up. Just before they reach my eyes, they dig in. And I remember. First I fasted for three months. I even whipped myself before I went to sleep. At first it worked. Then the pain came back. And the voices. They call me by the name: Jesus."

The last temptation of Christ (1988)

Lejos de apegarse a las escrituras, Scorsese nos da una versión de Cristo frente a la disyuntiva del plan divino para el que está destinado y la realización de sus propios deseos. Jesús "se baja de la cruz" literalmente, y elige otro camino: Se casa con María Magdalena, tiene hijos, envejece y en el lecho de muerte, reconsidera su decisión, se arrepiente y el personaje recobrar el curso tradicional de "El Salvador". Scorsese profundiza en el contenido del pasaje bíblico de la "Oración en el huerto de los olivos":

Lectura del Evangelio según San Lucas. 22, 39-46
Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos;
y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: "Orad, para no caer en la tentación".
Él se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra y, arrodillado, oraba diciendo: "Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".
Y se le apareció un ángel del cielo que lo animaba. En medio de su angustia, oraba con más insistencia.
Y le bajaba el sudor a goterones, como de sangre, hasta el suelo. Y levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos, los encontró dormidos por la pena, y les dijo: 
"¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación".

La divinidad del Cristo de Zeffirelli y Scorsese se percibe cuanto más humano es el Cristo, y lo vemos librando una batalla con su miedo, su dolor, y su destino como el Hijo de Dios. La dualidad que caracteriza la naturaleza humana pero también la necesidad de hallar elementos divinos en su existencia, y su libre albedrío. Ver al hombre, preguntarse quién es, qué es... Jesús, el verano invencible.