Intimacy
He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se le puede hacer. Puede resultar doloroso,pero no tiene por qué ser una tragedia. Si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Sin duda, evolucionar constituye una infidelidad..., a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Tal vez cada día debería contener al menos una infidelidad esencial o una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro..., una afirmación de que las cosas pueden ser no sólo diferentes, sino mejores.
Y, sin embargo, voy a cambiar a Susan, mis hijos, mi casa y el jardín lleno de plantas de marihuana y cerezos en flor que veo a través de la ventana del lavabo, por una habitación en casa de Victor, donde habrá corriente y el suelo estará cubierto de polvo. Victor dejó a su mujer hace ocho años.
Desde entonces —incluso sin contar a la prostituta china que tocaba el piano desnuda y llevaba todas sus pertenencias consigo cada vez que concertaban una cita no ha tenido más que amores desdichados. Si suena el teléfono, ejecuta una suerte de danza aterrorizada, preguntándose qué oprobio está apunto de caerle encima y de dónde provendrá esta vez. Victor, comopodéis comprobar, sabe dar a las mujeres esperanzas, a falta de satisfacción.
Timmy Thomas - Why Can't We Live Together (...) Susan no me toca, pero acerca la mejilla a escasos centímetros de mis labios, de modo que para darle un beso tengo que inclinarme hacia adelante; una postura humillante para ambos. Huele a perfume y a calle. Va a cambiarse y reaparece con unos tejanos y una sudadera, y un vaso de vino para cada uno.
—Hola, ¿cómo estás? Me mira fijamente, para que repare en ella. Siento que mi cuerpo se contrae y se empequeñece.
—Bien —respondo. Asiento y sonrío. ¿Ve ella algo diferente en mi cara hoy? ¿Ya me he puesto en evidencia? Debo de parecer hundido. Normalmente, antes de verla me preparo dos o tres posibles temas, como si nuestras conversaciones fuesen exámenes. El caso es que me acusa de que cuando estoy con ella no abro la boca. Si supiera cómo tartamudeo interiormente. Hoy estaba demasiado alterado para ensayar mi papel. Esta tarde me ha resultado especialmente difícil. Y el silencio, como la oscuridad, puede ser plácido; también es un lenguaje. Las parejas tienen buenas razones para no hablar.
Hanif Kureishi. (1998). Intimacy. Buenos Aires: editorial Anagrama.
Hanif Kureishi. (1998). Intimacy. Buenos Aires: editorial Anagrama.
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