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To be
Por @GabyRuizMx
Él habrá cumplido más de 40 años,
y yo arribaré a los 20, a mi mejor presente. Estaremos bailando después de beber algunas horas para
que pueda acercarse lo suficiente y descifrar mi ansiedad. El whisky frío
refrescando la garganta, el sudor entibiando las palmas y la nuca. La vibrante
música. El cabello largo y suelto resbalando por los hombros. El escote. La
camisa entreabierta. Dicta el rito que él deba mirarme como la encarnación misma
de su deseo. Es apetito. Contengo el aire y aprieto los muslos, fuertemente,
hasta espigarme como el único clavel rojo en la sala. Me le acerco con el
encanto del azúcar para hundirme suavemente en sus ojos. Nos imagino
quitándonos la sed. Por supuesto, sin la excusa del amor. Llegamos al abrazo, a aquel que consume. Adivino
su estatura. Él podría ser la sombra fresca bajo la cual me recostara esta
tarde. Yo podría ser la fruta exótica que mordiera. Cuando una mujer desea…